El tamaño no importa

No seáis malpensadas, me refiero al tamaño de nuestros hijos. Desde los controles del embarazo nos están llenando la cabeza de datos numéricos relativos al peso y la talla de nuestros futuros bebés. A partir de ese momento ya hemos entrado en un bucle infinito de centímetros y gramos. Volvemos a casa tan contentas con nuestra ecografía bajo el brazo y pensando: ¡el bichito ya pesa 530 gr!, ¡va a ser grande como su papá! Lo que no sabes en ese momento es que quizá si esa misma ecografía te la hace otro señor con menos destreza y tú en lugar de haberte tomado 15 colacaos antes de entrar te has tomado una simple manzanilla, el resultado puede variar significativamente. La verdad es que durante el embarazo, algunas escuchamos hablar de kilos y gramos más de lo que nos gustaría (juro que algún día escribiré un post centrándome en esto):

gorda

Luego pares y la tormenta numérica continúa. Todo el mundo te pregunta cuánto ha medido y pesado tu bebé. ¿Pero no estás viendo qué mofletes? ¿Para qué quieres saber lo que pesa? Es como si fuera un asunto de gran importancia.

No mucho después aparece en nuestras vidas esa palabra: Percentil. Yo no supe qué era exactamente hasta que llegó Frikito. Los percentiles son unas gráficas que usan los pediatras para comprobar que los niños están siguiendo una curva de crecimiento normal y saludable. Si se interpretan correctamente y no se obsesiona una, resultan útiles como herramienta de control. El problema viene cuando te lo tomas a la tremenda (o te hacen tomártelo a la tremenda). También conviene aclarar que las gráficas que usan nuestros pediatras están hechas en base a un grupo de niños vascos alimentados con biberón, y ese es un factor que influye en el resultado. Me refiero a lo del biberón, no a que sean vascos (aunque todo sea dicho, los vascos tienen fama de corpulentos y tal). Existen unas gráficas avaladas por la OMS, hechas con niños alimentados por lactancia materna, que se aplican en otros países y que dan resultados diferentes a nuestras gráficas.

Yo soy madre de un niño con percentil bajo/muy bajo, tanto en peso como en talla (según nuestras gráficas). No voy a ir de sobrada y a decir que jamás me ha preocupado este tema porque estaría mintiendo como una bellaca. Sí que me he preocupado (especialmente por el peso) y precisamente por eso escribo este post. Lo que ocurre es que después de unos meses empiezas a racionalizar la situación y a quitarle hierro. En el tema de la altura… yo soy baja, mi marido no es alto, en nuestras respectivas familias no hay gente alta, resultado: obviamente, Frikito es bajo. Y su peso también es bajo porque va en relación con su altura, no hay más. Tendríais que ver qué mofletacos gasta, y antes incluso tenía papada. ¿Por qué tengo que preocuparme de dos valores (peso y talla) cuando lo ideal sería calcular el IMC (índice de masa corporal) de los niños? ¿No sería mucho más lógico? Peso y talla no deben ser dos valores independientes porque de su combinación se extrae el verdadero valor. No sé, digo yo. Como dato diré que mi hijo come estupendamente. Y cuando digo estupendamente me refiero a que come lo suficiente para crecer y desarrollarse a su ritmo. No puedo pretender que se coma un cochinillo asado con su manzana en la boca con el único objeto de engordarle, y os aseguro que si un día no quiere comer, a mí no me preocupa en absoluto.

tit_percentilpercentil

Volvemos al eterno problema: las comparaciones. En esto de los percentiles y el peso también hay mucha tontería. Existen madres y abuelas que parecen pertenecer a la religión percentílica, e incluso van de vez en cuando a llevarle flores a Nuestra Señora del Percentil para que el niño no les baje nunca de 50 de peso. Señoras, de toda la vida de Dios, ha habido niños altos, niños bajos, niños gorditos y niños delgaditos. Que un niño tenga un percentil 25 de altura no significa absolutamente nada, sólo que de 100 niños, 75 serían más altos que él y 24 más bajitos. ¿Qué pasa que tenemos que ser todos altos?, ¿hay que tener percentil 97 para molar? PUES NO. Otra cosa es que la curva del peso baje bruscamente, eso sí que puede indicar un problema, pero un niño que se mantiene y va creciendo poquito a poco, aunque se mueva entre los percentiles 3-10, puede ser un niño perfectamente sano. Esta sociedad tiende a valorar más positivamente a la gente alta que a la gente baja. Los bajitos somos algo así como gente de segunda. Me vais a perdonar pero discrepo. No tenéis más que acordaros de los hermanos Dalton, ahí el que cortaba el bacalao era el bajito. Es solo un ejemplo de los muchos que hay.

Tengo la suerte de que a Frikito le ha tocado una pediatra con mucho sentido común y un gran afán por tranquilizar a las madres primerizas preocupadas, como yo. Podría haber sido mucho peor, de esos que nos obligan a sucumbir a la tiranía del percentil y que piensan que todo lo que esté por debajo de 10 merece ser arrojado por el abismo de Taigeto, como hacían los espartanos (no, no sabía el nombre del abismo, lo he buscado… Si lo supiera tendría que llamarme Marisuperfriki).

El objeto de este post no es otro que intentar tranquilizar a la madres que como yo, se han preocupado y/o obsesionado alguna vez por el dichoso percentil, y decirles que dejen ya de prestarle tanta atención a todas esas cifras, centímetros, kilos, gramos y tallas de ropa… que la gran mayoría de las veces no quieren decir nada. Mirad la cara de vuestros hijos… ¿veis esa sonrisa? ¿veis esa energía que les impide estar quietos? Pues eso es lo que importa.

sonrisa

19 comentarios en “El tamaño no importa

  1. El mundo percentilico es un rollo. Minififi peso 2,600 kgs al nacer, estuvo con percentil bajo muchísimo tiempo, pero coño, que yo mido metro y medio! Que esperábamos? Sin embargo luego empezó a crecer y se convirtió en una bolita… yo nunca miro las tablas porque me parecen una absurdez (salvo como bien dices en caso de descenso brusco). Mi parte analítica me dice que si el desarrollo es mas o menos equilibrado, todo esta perfecto! Gran post marifriki, creo que si hubiera leído esto al principio de la crianza, habría penado menos… Besos fifiles!

    Me gusta

    • El problema es que no siempre sabemos sacar la parte analítica, jejeje. Pero me parece muy bien tu decisión de no mirar las tablas, porque a algunas no nos traen nada más que disgustos! Besos.

      Me gusta

  2. Razón de sobra tienes marifriki!!!! ahora que estoy rodeada de embarazadas como si de una epidemia se tratara, solo con preguntarle «cómo vas????» (véase con cara de mediolao y malagana porque siempre saltan con lo mismo), ya pesa 3,200 va a ser un tiaco, si, un tiaco y tu te vas a cagar para echarlo como siquiera se aproxime.
    Mi tesoro siempre estuvo en el percentil 50 y digo estuvo porque hace meses y meses que no lo peso ni mido, yo le veo los mofletones y las patorras y veo que está sano…

    Ayyyyyyy que pereza, nada más que preocupaciones y obsesiones sin necesidad!!!!

    Un beso de 1 kilo.

    Me gusta

    • Verdad? siempre tenemos en la boca los pesos, somos nosotras mismas las que lo fomentamos muchas veces… Pero nada, aquí lo que importa son los mofletes jajaja, mofletes gordos=niño sano 😀 Un beso de percentil 97!

      Me gusta

  3. Marifriki un post muy acertado, yo también estoy hasta el moño del san percentil, con este tema nos sale a todas la versión madre comparadora. Pues mi vasquito me ha salido tamaño llavero, pero como bien dices ni el sr. que vive conmigo ni yo somos altos, pues el renacuajo no va medir 1,90 (o sí, quien sabe), y tampoco es que sea de esos bebes rollizos pero yo si le veo potente y siempre ha tenido papotes (muy mordisqueables, toma palabro), y ya veo que siempre estamos en los percentiles bajos (13 más o menos) pero el está sano y energía tiene, porque no para el colega, a sus 8 mesazos ya va demostrando el caracter que tiene y sabe pedir suelo suelo y suelo, mis riñones dan fe. Así que a la conclusión que he llegado es que cada bebé es un mundo y crece de diferente forma y ritmo, pero crece, así que a disfrutarlo.

    Me gusta

  4. Ay, como me he reído, no por el tema en sí, que también, si no en la forma que escribes, me parto, es que lo plasmas tal cual se diría hablando.
    Esas graficas estan muy bien para observar que el crece y engorda siguiendo siempre unallínea, pero deberían quitar los numeritos para que así no nos preocupemos de si es muy alto o muy delgado. Mi hija come FATAL, y ahí está, en su línea, saltando como las cabras, feliz, trasto y muy lista (soy su madre…), pues ya está.

    Me gusta

  5. Minijijijiji nacio con 2950 y encima cabeza pequeña… ufff que odio le cogi al percentil, la cabeza de minijijijijiji crecia pero no al ritmo que ellos creian que debia crecer, vamos que estaba por debajo de la linea del 3%, cuando me mandaron al neurologo me dio algo, menos mal que el sr. neurologo tenia 2 dedos de frente y me dijo, efectivamente la niña tiene la cabeza pequeña, y las manos y los pies y todo ella es pequeña, pero tiene el mismo comportamiento que cualquier bebe de su edad… Desde entonces hago lo que dice mi compi marifriki mirarle la sonrisa y se que tengo una niña sana y estupenda.

    Genial el post, unos meses antes me hubiera venido de lujo!!!!!

    bss

    Me gusta

    • Todavía me acuerdo de lo de la cabeza de minijijiji y de lo mal que te lo hicieron pasar. A ese tipo de cosas me refiero… Pero en fin, lo importante es que ella está sana, preciosa y feliz, como siempre. Besos compi!

      Me gusta

  6. Mi sobri, que nació con algo menos de tres kilos, está en percentiles bajos, pero crece a un ritmo normal (quicir, que no se ha estancado ni nada parecido). El otro día la pediatra deslizó en la consulta la palabra «desnutrición». Tócate los webs. Sobra decir que la nena está preciosa, espabiladísima y feliz, y que gasta más mofletes que la pediatra, de aquí a Lima. Menos mal que su madre (mi cuñada) es una tía con templanza y con cabeza y no se agobia con estas cosas a pesar de ser primeriza. Daría yo un uso mucho más eficiente al monte Taigeto (contra los terroristas médicos, se entiende).

    Me gusta

    • Ayyy Jelen, qué ilusión me hace que comentes en nuestro blog! 😀 Qué ideaca lo de arrojar pediatras terroristas por el Taigeto. Yo quisiera haber tenido un poco de esa templanza de la que gasta tu cuñada, pero por desgracia soy más dada a entrar en pánico (luego se me pasa pronto). Un gran beso, hermosa!

      Me gusta

  7. Madre mía!!!! Este post lo tendría que haber leído antes de tener a la peque!! Los primeros meses fueron una tortura con la dichosa curva. Y eso que pesó 2920gr y se adelantó 25 días!
    Ahora cada vez que me enseñan la curva, digo: pues muy bien. Pero no le doy más importancia porque se que ella será delgadita toda la vida.
    Así que don’t worry!!!!
    Buenos días a todas!!!!!!!!!!!

    Me gusta

  8. me ha gustado mucho y tienes toda la razón del mundo. yo tengo un peque que es de percentil alto pero porque yo soy grande y el padre normal, pero lo que no pueden pretender es que de padres pequeños niños grandotes y al revés….a disfrutar de los peques y si están contentos y activos es que están sanos

    Me gusta

  9. Pingback: Las (malditas) Tallas | Ni Blog, Ni Bloga

¡Coméntanos!