Punto de cruz friki

Yo siempre he sido muy de manualidades. He tenido épocas más productivas y otras de no hacer nada, pero casi siempre ando liada con algo. Ahora, por falta de tiempo, hago poca cosa. Siempre me pasa lo mismo, me da por un material/técnica, me gasto una pasta en artilugios y materiales, hago cuatro tonterías, me aburro y paso a lo siguiente: acuarelas, fimo, fieltro, pintar figuritas, decorar con papeles, etc. Durante el embarazo descubrí el punto de cruz.

Reconozco que en mi cabeza el punto de cruz siempre había estado asociado al mundo viejuno (no os enfadéis las fans del punto de cruz, sobre gustos, ya se sabe): gaticos metidos en tazas, floripondios imposibles en jarrones rococó, perretes de mirada lánguida, etc. A la derecha tenemos un ejemplo que combina gatico con floripondio y viene a representar perfectamente ese tipo de punto de cruz del que hablo. Ojo, que no le quito mérito, que esto requiere una paciencia tremenda porque es muy laborioso, pero qué queréis que os diga, a mí no me va nada. En el colegio le cogí mucho asco a la costura porque se hacían cosas así. Vamos, de hecho, nunca llegué a terminar nada de lo que empecé porque todo me resultaba muy hortera y me aburría tremendamente.

Pero un día, en una de esas tardes ociosas de mi embarazo (qué tiempos aquellos en los que mi única ocupación era tocarme la barriga), navegando por ahí encontré esta imagen de la Liga de la Justicia en punto de cruz:

No puedo poner el link porque la tengo desde hace mil en el ordenador. Seguramente la cogí de Pinterest, que es el reino de la molonez. De todas formas la tenéis aquí, junto con otras del mismo estilo.

Algo en mi cabeza cambió. Empecé a ver píxeles donde antes había crucecitas y me enamoré de este tipo de bordado, porque a mí es que me pirra la estética videojuego de 8 bits. Así que me puse manos a la obra. Me compré hilos hasta de colores que no existen (tengo una puta pantonera de hilos de colores), unos cuantos bastidores, baberos para bordar (porque esto lo hacía yo inspirada por mi muso, que es Frikito) y telas blancas, color crudo y azul (que fue el único color que encontré). Os pongo alguna de las cosas que hice. La mayoría con patrones, aunque algunas diseñadas por mí.

Mi debut, un babero. Sé que falta la parte blanca, que eso también se borda.

Otro babero.

Este si es diseño propio «El comebiberones»

Totoro, mi preferido.

Este también fue diseño propio, aunque reciclando cosillas de aquí y de allá. Aquí está el patrón, por si alguien lo quiere:

Y la obra del murallón, el alfabeto de superhéores. En el link que he puesto arriba podéis ver el patrón completo. Algún día, cuando vuelva a ser dueña de mi tiempo, lo terminaré. ¡Lo juro!

Fijáos si me dio fuerte que hasta contagié a Frikencio. Comenzó un babero con la señal de Batman:

A día de hoy, el babero sigue exactamente igual que en la foto. Frikencio no tiene la paciencia que tengo yo, jejeje.

Eso es todo, espero que os haya gustado. ¿También os surgió a vosotras el genio creativo durante el embarazo? Seguro que un poco sí. ¡Contadnos cosas!