Sexo

Hoy vengo a hablaros de un tema muy serio que merece especial atención: la ausencia de vida sexual después de la maternidad.

Estaba yo con mis maris la otra noche, a eso de las tantas de la mañana, cascando de tontunas varias cuando salió el tema. No es la primera vez que lo hablamos, pero hacía tiempo ya que no entrábamos en detenimiento (quitando algún “tú ni caso, que lo follen” “pues no sé quien, porque llevamos sin…”, blablabla). Por un lado, tranquiliza bastante saber que hay más gente como tú por el mundo y ¡joder, que casualidad!, ¡escribimos juntas un blog!. Por otro lado da que pensar, ¿quién cojones se ha llevado nuestra líbido y qué ha hecho con ella?

Zsa zsa Garbor dijo una vez: “No sé nada de sexo porque siempre estuve casada”. Yo diría “No sé nada de sexo desde que fui madre y se esfumó”. Así de claro.

Porque, seamos sinceras, quitando algún mes que la cosa parece que se anima, desde que mi mini llegó, el sexo no es que no esté presente, es que ya ni me acuerdo de cuando estuvo… seguramente Pocofifi sí que se acuerda, de eso y de parte de mi familia.

La principal culpable, la pereza. Marifriki hablaba la otra noche de lo bien que sienta para el ánimo un buen polvo. Cierto, sienta de puta madre, te da un subidón de energía brutal. Pero las cuatro coincidíamos en que ponerse, uffff, ¡que pereza!. Una vez que estás en el tema, todo va genial, pasas un buen rato, recuerdas que un día fuiste una fémina sexualmente activa y te prometes a ti misma que no vas a dejar que la sequía vuelva otra vez. Mentira. La sequía vuelve.

A la pereza se le suma la falta de autoestima corporal, que es directamente proporcional al número de kilos acumulados desde el embarazo, kilos cabrones que se pegan a las cartucheras y demás zonas blandas como lapas y que no quieren irse nunca.  Eso de pasar por una tienda de lencería y estar deseando probarte el conjunto más putiférico que tengan, salir de ahí con él en una bolsa y no poder esperar a que llegue la noche para estrenarlo, eso ya es historia. Y no nos engañemos, las bragas de cuello vuelto son muy cómodas y todo lo que queráis, pero poner, lo que se dice poner, no ponen.

Y para colmo de males, para terminar de joder el tema (léase joder como estropear, porque en su otro significado, remitíos a lo que estáis leyendo), el arma que tenías, el instrumento de trabajo, el protagonista de la fiesta, te lo han cambiado, ya no es el mismo, al menos el mío. Ya me lo decía mi amiga Ana, que eso no se quedaba igual. El mío concretamente se ha debido quedar como la boca del metro. No entro en detalles.

Esto sí que son sombras y no las de Grey, que ya me gustaría a mí ver a esos con un churumbel y convirtiendo la sala sado en una habitación de juegos infantiles. (NOTA: por favor, quede claro al escritor, que con esto no pido un enésimo libro hablando de la descendencia de esta pareja, sería más de lo que el mundo podría soportar).

Lo que se seguro, es que esta escasez (casi nulidad) de vida sexual, no es por los hijos (angelicos que ya duermen en su habitación), ni por la falta de sueño (Minififi es un lirón que duerme 11-12 horas desde que nació), ni por la falta de tiempo (que en las pelis y libros nos contarán lo que quieran, pero todas sabemos que para echar un buen quiqui no hace falta mucho). Esto va a ser por otra cosa. En cuando lo averigüe os cuento.

Así que, venga, dadnos envidia y contadnos que vuestra vida sexual es maravillosa, mucho mejor que antes, y que por lo menos podamos ver luz al final de túnel…

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30 comentarios en “Sexo

  1. Jajajajaaaa qué bien sientan unas buenas carcajadas un lunes por la mañana!
    Un tema que no se suele tocar con tanta sinceridad, pero está bien sacarlo porque a veces una se siente la única, y anima saber que no.

    Coincido en todo lo que dices, pero por si anima, la cosa mejora mucho cuando crecen los hijos, en mi caso cuando mi hija mayor tenía unos 3 años y ya dormía toda la noche como un tronco. Nada especial, pero sólo con saltarnos la serie de la noche e irnos a dormir un poco antes, ya no estabamos tan cansados y le echabamos más ganas. Y como dices, sienta muy bien 🙂

    Luego nació el pequeño y todo a la porra de nuevo jaja!

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  2. Ayyy verdades como puños… El papi vive en un estado de resignación constante que me da mucha pena, pero es q me siento asexual , q le hago. Cuando la peque cumplió el año parece q la cosa resurgía lentamente, pero m he vuelto a quedar embarazada y zas, ni rastro de libido, es q ni m acuerdo , os lo juro…

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  3. Ains que razón, mi sequía comenzó en último mes de embarazo y ahora que estoy en la cuarentena no se cuando lo vamos a retomar, estoy tan cansada siempre que creo que nunca voy a ser capaz de ponerme, el pobre de mi marido se lo toma bien y con esperanza y yo espero volver algún día a la normalidad pero no tengo ni idea de cuando será!

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  4. Ay mari cuantisma razon llevas… Que te voy a contar yo que tu no sepas, jejejeje, y eso que yo todavia no he dado a luz pero ya ni me acuerdo de cuando fue la ultima vez, espera calla si, cuando enjendre a mi pequeña Manuela??y de eso ya han pasado 28 semanas,la verdad es que ha habido momentos en los que si lo he deseado(pero resignacion, porque no se si sera solo el mio pero en este caso es él el que no quiere)y por lo que estoy viendo aun me queda tiempo para conseguirlo……bueno guapas ya os ire contando. Mil besicos.

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  5. Me ha encantado lo del conjunto putiférico, jajaja. Y sí, en el tercer libro (spoiler) hay descendencia y vida sexual…que a mí me hizo cerrar el libro diciendo: los cojones!
    Y es que sí, es verdad que la cosa se reduce mucho, a un par de veces al fin de semana…como mucho. Y eso poniéndole alma al asunto. Porque lo que soy yo, que tengo el nivel hormonal de un tío… Andaba insatisfecha, la cosa es hablarlo, ponerse y no follar jamás de los jamases en la cama… Al menos hasta que el tema se haya recuperado. Para la boca de metro bola china y ejercicios kegel. Pero esto te lo digo con la pequeña con casi 17 meses…antes del año hubo crisis.

    Como con todo… La cosa es ponerse 🙂 y nunca mejor dicho, jajajaj

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    • Oh my god!!!! Es que no pude pasar del primer sopor»grey»fero… (menos mal). Gracias por el consejo, sacaré las bolas chinas que las tengo guardadas en el fondo del armario, pero es que me da una perezaaaa…. Besicos!

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    • Vete tu a saber…misterios de la naturaleza. Esto es como lo de los pavos reales, si a las pavas siempre les apeteciera siempre, ellos no necesitarían cargar con esa cola, jajaja. Besitos guapa!!!

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  6. Uy, menos mal que no soy la única, jeje. Ya con dos niñas el cansancio y todo lo que cuentas es el doble. Le sumo que dando.el pecho no tengo nada de iapetito sexual, ni los chicos del Príncipe me removian por dentro. Así un día que dejamos a las niñas con mis padres para comer e ir al cine, mi marido dijo » no, no, nos vamos pa la casa, el.cine puede esperar». Y sienta muy bien, para la autoestima y para to.

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  7. Nenas, esto que os voy a decir no es para hundiros en la miseria, sino todo lo contrario: la 3ª edad tiene más marcha que vosotros; o sea, no perdáis la fe en el sexo… 😉(Y no hay que esperar a los 60… Jaaaaa)
    Besicos 😘😘😘😘

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  8. Pues aquí otra vecina de tu mismo clan, que parece que el deseo «chechual» se esfumó por el canal del parto el día del nacimiento de la bichilla. Y anda el padre de la criatura penando por las esquinas y recordando «lo que nosotros fuimos» y compadeciéndose de «pa lo que hemos quedado». Como soy un bicho malo le recuerdo que mejor no se queje que estuvimos practicando hasta el día del parto, mientras que otras «se dan de baja» en estos menesteres desde que ven la rayita en el test de embarazo. La bichilla ya tienes 6 meses, y la cosa se está normalizando, pero pueden más la pereza y el cansancio que las ganas de juntera.

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  9. Pingback: Lo siento todo; no siento nada | Asi piensa una mamá

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