Para que veáis lo bien que Frikito está aprovechando la cocinita de la polémica y todos sus complementos, hoy os voy a enseñar unas recetas que él mismo prepara y que me ha pedido que os ponga en el blog, por si los otros minimaris o los hijos de nuestras lectoras se animan con ellas.
Mi niño es carne de Masterchef junior, ya lo estoy visualizando.
Ingredientes
- Macarrones transparentes
- Vaso de plástico
- Pelusa
Elaboración
Se vierte el contenido de la caja de macarrones transparentes en una sartén de plástico agitándola fuertemente, no vaya a ser que no caiga todo. Seguidamente se coge un vaso de plástico y se echa también a la sartén, para que suelte el juguillo. Se tapa con un plato de plástico. Después, hay que mirar fijamente la lámpara durante unos segundos con la mirada perdida. Se destapa la sartén y acto seguido hay que salir corriendo y gritando «nongo nongo nongo» hacia la otra punta del salón a por una pelusa (gracias por no barrer hoy, mamá, sin ti esta receta no sería posible). Se echa la pelusa junto a los macarrones transparentes y el vaso, y unos segundos después se lanza todo por los aires mientras se suelta una carcajada.
Nota. Este plato está muy rico, pero suerte a la hora de encontrar los macarrones transparentes esparcidos por el suelo.
Ingredientes
- Pescado de plástico
- Fregona
- Madre/padre/abuela despistad@
Elaboración
Se coge el pescado de plástico y se lanza al suelo con furia. Una vez en el suelo, es necesario darle patadas pasillo arriba-pasillo abajo durante al menos 2 minutos. Luego hay que quedarse parado unos segundos mirando el cubo de la fregona que está en la otra punta del pasillo (gracias de nuevo, mamá). Seguidamente, dirigirse hacia el cubo pateando el pescado por el camino. Hacer un alto en mitad del pasillo para intentar abrir la puerta del zapatero, una vez más. Al comprobar, de nuevo, que es imposible porque un cierre de seguridad te lo impide, retomar el objetivo inicial de alcanzar el cubo de la fregona. Una vez allí, tomar el pescado del suelo y sumergirlo en el agua (opcionalmente, puedes sumergir también uno de los zapatos que lleves puestos, esto ya depende de si te lo puedes quitar). Por último, mirarlo unos segundos, rescatarlo del agua, comprobar qué tal sabe y emplatar.
Nota. Es imprescindible para el éxito de esta receta que la persona que se encuentra contigo esté despistada a partir del momento zambullida en fregona.
¡Esperamos que os hayan gustado estas minirecetas!