El arte de pasar de todo

La edad es como el aceite, hace que todo te resbale. Al menos, yo estoy en ese punto ahora mismo.

Noto que cosas que antes me suponían un quebradero de cabeza, ahora ya no lo hacen. Simplemente, me dan igual.

¿Qué no me da tiempo a hacer todo lo que yo quisiera? Claro que no, pero antes me agobiaba, y ahora pienso: ya habrá tiempo.

¿Qué a la peña le encanta entrar en follones y tocar las pelotas del prójimo? Antes, estar metida en cualquier tipo de lío me quitaba el sueño. Ahora directamente me salgo de la historia y no quiero saber nada más.

¿Qué tengo mil proyectos en mente y no los empiezo nunca? No pasa nada, los apunto y ya encontraré el momento de hacerlos, y si no, pues nada.

¿Qué llega un lunes y no tengo escrito el post de la semana? Antes me daba un yuyu, ahora no me agobio. Cuando las musas me inspiran, publico. cundo no, no.

¿Qué Pocofifi hace algo que me molesta? Antes lo quería matar, ahora lo pienso y como no es para tanto, si puedo ahorrarme la discusión, me la ahorro.

Y así con muchísimas cosas, con casi todo realmente… Creo que la edad nos da una experiencia que nos va haciendo comprender lo que es importante y lo que no. Nos hace ver que andamos bastante escasos de tiempo para andar perdiéndolo, así que, esta etapa de pasotismo de cosas tontas, ¡me encanta!

KEEP CALM

¿Qué opináis? ¿Notáis que con el paso de los años cada vez nos volvemos más expertos en el arte de pasar de todo?

¡Coméntanos!